Yohánder, agricultor de La Clarita.
Ni la tenaz llovizna, ni el frío típico de la zona de La Clarita, en el municipio de Yateras, impiden al productor Yohánder Hechavarría Hernández, de 43 años, lanzarse al surco cada mañana para cuidar sus preciadas plantaciones.
Hace más de 20 años dedica su vida a la agricultura y en la actualidad es dueño de más de 11 hectáreas de tierra (ha), que mantiene cultivadas, limpias de malezas y listas para sacar los mejores alimentos.
Hijo de campesinos, el yaterano es dueño de finca desde el 2008 y la mayor parte del tiempo trabaja solo. A veces contrata fuerzas, pero prefiere hacerse cargo él mismo de la tierra, por eso ha logrado convertirse en referencia dentro del territorio, así como por los constantes aportes a la comunidad con quintales de frijoles, viandas, calabaza, y más recientemente de cítricos, como parte del programa de recuperación de ese surtido.
Yateras se empeña en desarrollar una buena campaña de frío. “Respondiendo al llamado del país para impulsar el autoabastecimiento, solicité 4 ha más para sembrar naranja, y ya están saliendo los frutos. En este mes he entregado más de 20 quintales de yuca y boniato, también tengo hortalizas, animales en cría… que comparto entre mi hogar y la cooperativa a la que pertenezco”, agrega Hechavarría Hernández.
Yohánder es parte de la vanguardia de la CCS Camilo Cienfuegos, de La Clarita, dedicada principalmente al cultivo del café, pero también sus más de 90 afiliados destacan por apostar con éxito en la diversificación de las producciones a partir de la explotación de las 810 ha que posee la entidad.
Reinaldo Rojas Pelegrín, Presidente de la Organización de base allí, asegura que el compromiso del campesinado en esa porción de Guantánamo es satisfacer las demandas de viandas, frutas, cárnicos, vegetales y granos de los 787 pobladores, así como entregar insumos contratados a las escuelas cercanas, entidades de Comercio y a Acopio, que recibió en los últimos días cinco toneladas de viandas, cítricos y hortalizas, y se recogerán más.
La UBPC Máximo Gómez, del poblado de Arenal, sigue los pasos de la Camilo Cienfuegos, y desde el Consejo Popular de Bernardo trabaja para contribuir a la soberanía alimentaria en el área donde opera.
Julio Mederos Pérez, jefe de Producción de la cooperativa, significa que si bien ahora mismo se encuentran inmersos en plena zafra cafetalera, los 44 trabajadores han creado organopónicos (desde principios de octubre) en los alrededores y en sus viviendas, para aprovechar la humedad de estos días. Allí también tienen frijoles, maíz, yuca, boniato, col, pimientos, plátanos… una parte de los cuales ya se han acopiado.
“Todos los productos, además de los animales del módulo pecuario de ovino-caprino, conejo, aves y cerdos, lo comercializamos en el punto de venta para los 278 habitantes de acá, e igualmente nos sirve para el autoconsumo”, agrega Mederos Pérez.
Joel Reyes, vicepresidente de la CCS Sabino Pupo: “Estamos listos para garantizar las producciones de fin de año”.Tras varios meses golpeados por la sequía, las lluvias de la tormenta tropical ETA vinieron para revitalizar el campo yaterano, así lo hace notar Joel Reyes Pérez, vicepresidente de la CCS Sabino Pupo, que al cierre de este reportaje había logrado garantizar a los residentes de los poblados cercanos a Bernardo las 25 libras de viandas y 10 de hortalizas previstas por habitante.
“Logramos una producción estable de malanga, yuca, plátano macho y fruta, coco, aguacate, naranja, limón, mandarina, col, pimientos y chote. Tenemos preparadas hectáreas para tomate y cebolla. Si las lluvias nos favorecen, tendremos buenos resultados”, asevera confiado Reyes Pérez, quien dice que para principios del 2021 entregarán también mil kilogramos de carne de cerdo para fortalecer el suministro de proteínas en el municipio.
Solo cuentan los resultados
Yateras tiene actualmente 40 bases productivas, 37 de ellas cafetaleras y tres ganaderas. Estas entidades tributan a unos 20 puntos de venta distribuidos en seis Consejos Populares, pero además abastecen a tres mercados ubicados en Palenque, Felicidad y La Carolina, coincidiendo con los asentamientos de mayor densidad poblacional.
“Hoy una de nuestras prioridades es el autoabastecimiento, sobre todo, en el actual contexto de crisis económica, pues la demanda interna es mayor y escasean y se encarecen los alimentos. Depende de polos productivos como los de aquí, dotar de los bienes que ayuden a la sustitución de importaciones y generar nuevos renglones exportables”, apunta Noris Rodríguez Romero, director técnico productivo de la Delegación municipal de la Agricultura.
“Vamos por buen camino -agrega el directivo- al cierre de octubre cada yaterano recibió 29.48 libras de productos del agro per cápita, de las 30 planificadas: 14.9 de viandas, 8.84 de hortalizas, 4. 24 de frutas y 1.5 de granos. Aún falta completar la dotación de proteínas, pero se garantizaron 256.7 toneladas (de 263 previstas) para los más de 18 mil 900 ciudadanos del territorio, con variedad de oferta (conejo, cerdo, aves, ovino-caprino)”.
Según Rodríguez Romero, también se destinaron recursos a la ciudad de Guantánamo, y para fin de año se prevé enviar un nivel de quintales de viandas y hortalizas. Mientras tanto la faena sigue. Desde septiembre pasado Yateras participa de la campaña de frío, que concluirá el 28 de febrero, con la siembra de más de 2 mil 170 ha de boniato, yuca, tomate, col, pimiento, pepino, frijol, entre otras viandas, vegetales y frutas.
“Hasta la fecha, de las 838.5 ha que debían estar listas se han plantado 630.5 ha, pues las lluvias de ETA afectaron las tierras que se habían preparado para la temporada y ello incidió en el atraso de los cultivos, sobre todo, las hortalizas y granos en la zona de Monte Verde. Los daños mayores fueron a los semilleros de col y tomate”, informa Noris Rodríguez.
En octubre cada yaterano recibió 29.48 libras de renglones agrícolas.
Sin embargo, pese a las adversidades, los pobladores de este montañoso territorio no se amilanan y aseguran que para noviembre y diciembre tendrán listo el ñame de fin de año, la col, la lechuga, el maíz tierno para los tamales y la proteína animal.
También se trabaja en 40 ha de garbanzo, en Monte Verde, con un ciclo máximo de cuatro meses hasta la cosecha. Ello permitirá incorporar un nuevo surtido, porque lo importante es producir, desde cualquier trinchera y en esa tarea definitivamente podemos contar con Yateras.