El Rey de la col añora más tierra para producir
- Webmaster Asamblea Municipal Yateras
- Visto: 182
El Porvenir es una pequeña comunidad yaterana, ubicada al este de Felicidad. Allí, flanqueada por elevaciones, en una quebrada bendecida por suelo fértil y agua perenne, se yergue La Esperanza, finca que con las buenas cosechas compensa su limitada extensión.
“Apenas dispongo de cinco hectáreas, en las que realizo tres rotaciones de cultivos al año. Primero siembro col, luego frijol, y cierro con maíz, calabaza y pimiento, renglones estos últimos que recolecto de octubre a noviembre”, cuenta Javier Soriano Vegué, propietario de La Esperanza.
El campesino, reconocido como El Rey de la col en la provincia, por sus inigualables resultados en esa hortaliza, agrega que tal estrategia de siembra, unido a la esmerada atención cultural a las plantaciones, le garantiza como promedio anual unas 520 toneladas (t), equivalentes a 5 mil 200 quintales, sumados todos los renglones, volumen en que el mayor aporte, por mucho, corresponde a la col.
En la recién concluida cosecha de repollo, aun cuando sus sembradíos fueron afectados por la plaga conocida como palomilla, Soriano Vegué obtuvo 450 t (4 mil 500 quintales), que comercializó mayoritariamente con Acopio, como hace con el resto de sus producciones.
¿Cuántas toneladas más podrías producir disponiendo de más tierra, digamos 10, 15, 20 hectáreas o más?, lo provoco.
“Te aseguro que miles más, pues vivo por la tierra, para cuya atención dispongo de 10 o seis trabajadores (en dependencia de la demanda de tareas) y del apoyo de mi familia, especialmente de mi hijo Jasiel y mi esposa Miralis Lobaina. Aunque, en realidad, todos los miembros aportan, cuando no en el campo, en la preparación de la merienda, el almuerzo, la comida, en la atención a los animales…”, asegura con desenfado.
“La Esperanza está casi rodeada de áreas ociosas o desaprovechadas por pobre explotación. Tengo condiciones para atender mucha más finca: agua permanente para riego que garantiza el río Felicidad, tractor e implementos agrícolas. La mano de obra, uno de los problemas actuales de la agricultura cubana, aquí es segura y estable. A mis trabajadores les pago 290 pesos por jornada y les doy merienda y almuerzo, entre otros beneficios.
“En honor a la verdad, debo decir que hace unos cinco meses me entregaron hectárea y media, y fue cuando llegué a cinco. Pero duele ver, al lado de mi finca, tierras improductivas desde hace decenas de años u otras a las que prácticamente no se les saca nada.
“Me encanta el cultivo del plátano y la fruta bomba, pero no puedo incursionar en ellos por la falta de terreno. También tengo el reto de criar cerdos, pero ¿dónde siembro la comida?”, comenta Soriano, un hombre que goza del reconocimiento social en su comunidad y en otros predios, pues además de excelente productor es el delegado de la Circunscripción número 12, El Porvenir, y secretario general del núcleo del Partido en la Cooperativa de Crédito y Servicios Antonio Maceo, de la cual es el cosechero más destacado.
De su apego a la comunidad da fe el punto de venta que ha destinado a sus electores, donde los precios distan de ser abusivos.
A ver qué da la papa en verano
La tradición de Soriano Vegué de sembrar frijol después de la col se verá interrumpida con la siembra, en las próximas horas, de tres hectáreas de papa agroecológica, es decir, atendidas con un paquete tecnológico que emplea materia orgánica en sustitución del fertilizante químico y bioproductos en vez de pesticidas, ante la escasez de esos recursos importados y de elevado costo.
Es precisamente el empleo de bioproductos, comprados al Grupo empresarial Gelma: fitomá, turisabe y nicosabe, más el abono líquido y la gallinaza (la cual adquiere en granjas avícolas del territorio), con lo que este productor asegura la fertilidad de su suelo y el rendimiento en las cosechas.
“Esta será mi primera incursión en la papa, un reto duro porque la sembraré y cosecharé en pleno verano. Sabemos que es un tubérculo que se desarrolla mucho mejor en los meses frío y que exige atención esmerada, especialmente en esta época del año. Pero el Partido y la Agricultura en la provincia me pidieron experimentar con ese cultivo, por eso quiero probarme”, diserta el productor.
“Ahora mismo vengo de visitar un área de papa a punto de cosecharse en la Unidad Básica de Producción Cooperativa de Campo Hermoso. Está de lo más lindo, bien atendido y sus dueños estiman rendimiento de 15 toneladas por hectárea, tres veces más que otras parcelas recolectadas que también forman parte del experimento en desarrollo en la provincia para comprobar el comportamiento de esa vianda con atención agroecológica”, amplía Soriano.
Añade que tiene asignada la semilla para cubrir las tres hectáreas previstas. Ante una interrogante, opina que es arriesgado hablar de posible rendimiento, pues será su primera experiencia con esa solanácea y ya pasaron los meses de su mejor desarrollo.
“No obstante -asevera-, como se dice por ahí, voy pa'rriba del lío, pues de ser favorables los resultados, entonces pudieran ampliarse las siembras y las cosechas serían mayores, que es lo que hace falta y lo más importante para el pueblo”, concluye Soriano, quien a sus 48 años asegura tener en Fidel Castro y Hugo Chávez su inspiración permanente en el trabajo y demás facetas de la vida.